¿Cómo actuar con las mareas?
Muchos navegantes del mundo saben lo que es lidiar con la marea dos veces al día. Hay puertos en los que la marea sube o baja varios metros. Si amarramos de costado al muelle con marea alta hay que tener la precaución de dejar los cabos muy largos. Olvidarse de este detalle e irse a comer o a tomar unas copas puede tener unas consecuencias desastrosas.
No sería la primera vez que alguien se encuentra su barco, o el barco de alquiler, colgando literalmente del muelle, con el riesgo de romper bitas, levantar la cubierta si las bitas han aguantado firmemente, o rascar el casco contra el muelle.
También existe el riesgo de que la jarcia y el palo queden dañados. Es importante saber cuándo es la bajamar y cuántos metros va a descender el agua, para dejar una longitud de cabo suficiente para evitar estos accidentes.
Con la pleamar, los cabos largos dejan que el barco se mueva y golpee contra el muelle. Para evitarlo, una solución consiste en colgar del centro de cada cabo un buen peso, como pueda ser un ancla o un buen tramo de cadena aferrado con alambre, que mantenga tirante la amarra.
En los puertos con marea es aconsejable utilizar cabos más gruesos de lo habitual y permanecer cerca del barco a las horas críticas : la pleamar y la bajamar.
Las empresas de chárter náutico facilitan toda la información necesaria sobre las mareas de la zona de navegación, para evitar percances y preservar la integridad de los barcos alquilados.
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