Alicante es una ciudad asomada al mar Mediterráneo. La ciudad baña sus pies en unas aguas tranquilas que se ofrecen al navegante durante todo el año, al gozar de un clima privilegiado que invita a la navegación, no solamente en los meses veraniegos.
La oferta de chárter náutico en Alicante es una de las mayores, más variadas, y de más calidad que podemos encontrar en las costas españolas. La cercanía a las islas Baleares, el Mar Menor, y a la isla de Tabarca, suponen un atractivo añadido que hace que miles de cruceristas decidan alquilar un velero o un barco de motor en aguas de Alicante.
La costa de Alicante, si nos dirigimos hacia el norte, está repleta de lugares atractivos donde recalar, puertos llenos de vida y fondeos espectaculares donde se puede disfrutar de la tranquilidad a bordo de un barco de alquiler.
Entre ellos: Cabo de las Huertas, El Campello, Villajoyosa, Benidorm, con su islote legendario rodeado de puntos destacados para la práctica del buceo. Altea, Moraira, Jávea, Denia… localidades con magníficos puertos que ofrecen una asistencia de máxima calidad, con un trato exquisito que hace repetir a los navegantes año tras año, que visitan la costa de Alicante para navegar en embarcaciones, con y sin patrón. Por poner un ejemplo, el puerto de Alicante.
La gastronomía de Alicante bien merece acercarse a uno de los numerosos puertos que jalonan su costa, para disfrutar de una variedad en la oferta culinaria y una exquisitez en la elaboración de las recetas que sitúan a Alicante en lo más alto del ranking de restaurantes excepcionales que existen en nuestro país. Aunque no sólo de estrellas Michelín está bien surtida la provincia de Alicante, la gastronomía local regala al visitante con sus productos autóctonos cocinados a la manera tradicional en restaurantes y bares más modestos.
Los arroces y productos del mar encuentran en estas costas a verdaderos artesanos que los cocinan de forma insuperable en todas sus variedades y presentaciones.
Si nos dirigimos hacia al sur, partiendo de uno de los puertos situados en la misma ciudad de Alicante, recalamos en la localidad de Santa Pola, con un pasado romano destacable, y a escasas tres millas la incomparable Tabarca, única isla habitada de la Comunidad Valenciana.
La isla, cuya población proviene de los descendientes de un grupo de cautivos apresados por los piratas berberiscos en la tunecina isla de Tabarka, que fueron liberados en tiempos de Carlos III, es de obligada visita.
Siguiendo nuestro recorrido hacia el sur nos encontraremos el tranquilo puerto de Guardamar del Segura, en la desembocadura del río Segura, rodeado de kilómetros de pinares que se acercan a las mismas arenas de la playa. Kilómetros de playa donde disfrutar de un fondeo tranquilo si el viento, habitualmente fuerte en esta zona, nos lo permite. A bordo de un velero o un catamarán con patrón, las actividades que podemos llevar a cabo son numerosas, durante los días que dure nuestra travesía.
Guardamar puede presumir de tener dos enclaves arqueológicos de primer nivel mundial: la Rábita Califal, que se considera la más importante y bien conservada del mundo, y el yacimiento fenicio de la Fonteta, la mayor parte todavía sin desenterrar, cuyas dimensiones y estado de conservación la sitúan como uno de los más importantes del mundo.
A muy pocas millas de aquí encontramos la localidad de Torrevieja, con varios puertos situados en la misma ciudad, donde podremos bajar a tierra y mezclarnos con una población cosmopolita que reúne a personas de 185 páises diferentes.
Torrevieja se encuentra muy cerca del Mar Menor, que bien merece una visita. Deberemos informarnos de los horarios de subida y bajada del puente que da acceso a este mar interior, tanto al entrar como al salir de él. En caso de que nuestro barco no sea un velero pasaremos sin problemas por debajo, en la mayoría de los casos. Lamentablemente, este puente se avería con cierta frecuencia, pudiendo dejar «encerrados» a los veleros que se encuentren en el interior del Mar Menor.
En Alicante, y todos los puertos de la provincia de Alicante disponemos de una seleccionada flota de barcos de alquiler: veleros, catamaranes, barcos de motor, lanchas. Y, por supuesto, yates de lujo de gran eslora.