Los tripulantes de un chárter náutico, de un barco de alquiler, suelen disfrutar de las explicaciones de un patrón experimentado que les ameniza con historias y anécdotas, y les enseña pequeños trucos y habilidades para entender mejor lo que ocurre a su alrededor. Reconocer las estrellas o interpretar lo que nos muestra la luna, el sol, las nubes o los atardeceres puede ser divertido, y muy útil cuando estamos a bordo de un velero, u otra embacación.
Halos alrededor del Sol y de la Luna.
Nos indican que pronto lloverá.
Puestas de sol: si observamos tonos rojizos o morados, aumento de la intensidad del viento.
Viento: si rola con el Sol a lo largo del día, buen tiempo. Si el viento rola en sentido contrario a las agujas del reloj, aumentando su velocidad, anuncio de lluvia, especialmente si el viento es de componente Norte.
Viento y nubes: si el viento es de componente Sur, aumentando de intensidad, con aparición de nubes por el Oeste, anuncio de lluvias.
Viento flojo y cielo despejado, de noche, bajada de la temperatura.
Viento del Sur, con cielo despejado de día, o cubierto de noche, subida de la temperatura.
Barómetro y termómetro: cuando la presión atmosférica asciende y la temperatura disminuye, se produce una mejoría del tiempo.
Cuando aumenta la temperatura y desciende la presión, el tiempo tiende a empeorar.
La razón por la que algunos atardeceres nos obsequian con estos colores anaranjados incluso rojizos es que, si pensamos en la superficie de la Tierra, al llegar la luz del Sol desde arriba, la superficie que se atraviesa de atmósfera es mínima, siendo los rayos secantes (formando 90º) a la superficie terrestre.
En cambio, al estar el Sol en el horizonte, a punto de ponerse, los rayos llegan a donde estamos de forma tangente (formando 0º) a la superficie terrestre. Esto hace que la atmósfera atravesada por éstos sea mayor, y sean solamente los rayos rojizos lo que puedan atravesar tal distancia de la atmósfera (podríamos decir los más resistentes a atravesar la misma). ¿Pero porque no siempre es así.? Porque además influye el hecho de que haya polvo o humedad en la atmósfera para que se produzca este efecto, y para que los rayos que atraviesan la atmósfera, den este color rojizo.