Si quieres pasar unas vacaciones inolvidables navegando en las Baleares, no te lo pienses, una de las mejores opciones es alquilar un catamarán.
En caso de que tengas la titulación requerida, y la suficiente experiencia, podrás alquilar el catamarán sin patrón, y disfrutarlo con tu familia o un grupo de amigos. El chárter náutico es cada vez más popular.
También puedes elegir un catamarán de alquiler con patrón, y relajarte en cubierta mientras un profesional de la náutica se encarga de todo. A veces irá acompañado de un tripulante, que se encargará de ayudar en las maniobras y hacer la comida.
Hay una tercera opción, que es la de alquilar un catamarán de lujo, más grande y con varios tripulantes. En este artículo te hablaremos de los tipos de catamaranes y sus precios. Barcos que podrás alquilar en Ibiza, Mallorca, Menorca y Formentera, con patrón y sin patrón. La opción de alquilar con patrón es muy interesante, porque es una persona con experiencia náutica y conoce la zona a la perfección.
Contenidos de la página
Alquiler de un catamarán en Ibiza con patrón
Navegar en un catamarán por aguas ibicencas abre un nuevo mundo de posibilidades en una embarcación que se caracteriza por su comodidad y espacio interior y exterior. Moverse a bordo de este tipo de embarcación es mucho más fácil y cómodo que hacerlo en los monocascos, veleros tradicionales que tienen mucha menos habitabilidad. La comodidad entre unos y otros es incomparable. Entre un catamarán y un velero el catamarán es el yate de alquiler preferido por una gran mayoría de personas. Es una opción inmejorable para llevar a cabo el viaje de nuestros sueños.
Subir a un cata siempre es más sencillo que hacerlo en otro tipo de barco, y el riesgo de tropezar, resbalar y caerse es menor.
Y en cuanto a la altura también supera a los veleros, de forma que la sensación de libertad de movimientos es excepcional.
Es obvio, pero algunas personas con la emoción de subir a bordo pueden olvidarse de que los barcos están flotando, y aunque estén amarrados se mueven. Así que es preferible que alguien de a bordo nos ayude a subir nuestro equipaje y bultos. Intentar subir con las manos ocupadas es mala idea, y podemos caernos o nos puede caer algo valioso al agua. Son detalles que deben tenerse en cuenta antes de partir.
Los puertos deportivos de la isla de Ibiza son modernos y están bien equipados. Están muy saturados durante el verano, especialmente en julio, agosto y primera quincena de septiembre, por lo que conviene reservar el amarre lo antes posible. Tanto en Ibiza, como en San Antonio y Santa Eulalia hay espacio para todo tipo de esloras.
En la mayoría de los catamaranes la bañera, el salón y la cocina están en el mismo nivel, y esto da una sensación de espacio libre impresionante. A veces, el puesto donde se sitúa el patrón controlando el timón está un poco elevado, para ganar envisibilidad. Esta zona de gobierno del barco siempre tiene un asiento, más o menos grande, para que dos o tres personas puedan estar compartiendo el espacio.
Otra de las zonas más concurridas es la cubierta de proa, que es comodísima para tumbarse, gracias a que es muy grande y muy plana. Suele haber una parte formada con una red, que hace un poco de rebote al navegar, y que encanta a los niños.
Durante el día es un punto ideal para observar a los delfines jugando debajo de nuestra estela. Y por la noche no hay ningún lugar en el mundo más cómodo para tumbarse mirando el firmamento.
La tercera zona general del catamarán son los camarotes y baños. Estos se encuentran generalmente en los cascos (el catamarán es un multicasco, porque tiene dos cascos) y pueden variar desde una litera hasta una cama de matrimonio completa, dependiendo del tipo de catamarán en el que esté navegando. Los catamaranes de más de 40 pies (12 metros) suelen tener 4 literas y 4 baños.
Por último, la cubierta de popa está situada detrás de la bañera. Es una zona estupenda para pasar el rato, pero ten cuidado: es un sitio especialmente peligroso para caerse al agua.
Otra de las ventajas de un catamarán es que podemos embarcar todo el equipaje que queramos. No hay limitaciones de espacio, como ocurre en un velero convencional. Aunque claro, debemos ser sensatos. Normalmente se contrata el barco en Ibiza para una semana de alquiler . No es necesario llevarnos media casa.
En la imagen de abajo vemos en color amarillo todo el espacio disponible para estibar y almacenar equipaje y otros objetos en un catamarán de 50 pies.
Puertos deportivos en Ibiza
Ibiza Magna:
Contramuelle de Poniente del Puerto de Ibiza
07800 – Ibiza, Ibiza
Islas Baleares (España)
Marina Ibiza:
Puerto Deportivo Ibiza Nueva Paseo Juan Carlos I, 20
07800 – Ibiza, Ibiza
Islas Baleares (España)
Club Náutico San Antonio Abad:
Marina Club Nautico de San Antonio Abad
Ibiza 7820 Baleares
La vida a bordo de un catamarán
La vida a bordo de un catamarán a vela es muy diferente a la vida a bordo de un monocasco. Se puede pasar la mayor parte del día en el salón, la bañera o la zona del timón. Solo hay que bajar a las cabinas por la noche. Si hacemos largas travesías es más cómodo poner el piloto automático y poder caminar por el barco, cosa que no se puede hacer en un monocasco, y que al final puede resultar estresante.
El espacio libre en un barco de recreo es un lujo por el que merece la pena pagar un poco más. Además, el escaso calado de los catamaranes les permite acceder a zonas poco profundas, donde un monocasco no podría hacerlo sin arriesgarse a tocar con el fondo, con los consiguientes riesgos de dañar la embarcación.
Alquiler de un catamarán en Mallorca
Maniobrar con un catamarán es muy similar a conducir una excavadora. Los dos motores del catamarán están situados en el extemo de popa de cada casco, muy separados uno del otro. Eso hace que se incremente mucho el momento de giro con respecto a un barco de un solo casco. Si accionamos la marcha adelante en uno de los motores y la marcha atrás en el otro el catamarán permanecerá en unn punto fijo, girando sobre si mismo.
Con un catamarán de chárter en Mallorca podemos maniobrar literalmente de la forma que queramos, y eso nos permite movernos a nuestro antojo al hacer las maniobras de aproximación a un muelle o punto de atraque. A la hora de fondear todo son ventajas. Es un tipo de yate que en Mallorca tiene mucha aceptación.
Alquilar un catamarán con tripulación
A veces, un grupo familiar o un grupo de amigos decide que quiere alquilar un catamarán con tripulación. Es gente que está buscando un barco de lujo para sus vacaciones, y esta opción le parace una de las más apetecibles. Realmente es una opción acertada, siempre que el precio se adapte a su presupuesto. Este tipo de embarcaciones son bastante más grandes de las que habitualmente se alquilan, y pueden tener una tripulación de entre tres a cinco tripulantes, entre los que se encuentra el capitán.
Dentro de esta tripulación siempre hay una persona que se encarga en exclusiva de la cocina. Es increíble lo que un buen cocinero, o una experimentada cocinera pueden preparar a bordo. La gastronomía es una parte fundamental de unas vacaciones que se precien. Platos deliciosos y cócteles refrescantes con el toque personal de alcohol que quiera cada uno, y eso durante todo el día, ¡agotador!.
Maniobras con un catamarán
En un catamarán, si empujamos la palanca del motor izquierdo hacia delante y la palanca del motor derecho hacia atrás, el barco girará sobre sí mismo en el sentido de las agujas del reloj.
Si accionamos ambas palancas hacia delante el catamarán se moverá hacia delante, y si empujamos las dos palancas hacia atrás el cata se moverá hacia atrás.
Si empujamos la palanca del motor izquierdo hacia atrás y la palanca del motor derecho hacia delante, el barco girará sobre sí mismo en el sentido contrario de las agujas del reloj.
Imaginemos que nos estamos aproximando a un amarre en el Club de Mar de Palma de Mallorca y hay una embarcación que está maniobrando para salir de su punto de amarre, al lado de donde vamos nosotros. Gracias a la versatilidad del catamarán podremos realizar la maniobra sin agobios, prisas y nerviosismo, ya que tenemos un completo control sobre situación. Otra ventaja sobre el monocasco, donde en ocasiones un error al plantear la maniobra es complicado de neutralizar.
En Mallorca hay otros dos puertos deportivos, además del Club de Mar: Port Adriano y el Real Club Náutico.
Hay mucho propietarios de monocascos que alquilan catamaranes para sus vacaciones. Aunque al principio puede resultar un poco intimidante el tamaño del catamarán, con un poco de práctica es posible manejarlos con facilidad.
Puerto Portals y Cala d’Or Marina son otros puertos conocidos y bien valorados por los aficionados a la Náutica, además del de Andratx y Alcudiamar.
Alquiler de un catamarán Fountaine Pajot en Ibiza
Los catamaranes Fountaine Pajot son unos de los más habituales en las flotas de alquiler en Ibiza. Son barcos cómodos y potentes, muy marineros y equipados con las soluciones más innovadoras para que la navegación sea un auténtico lujo, y una experiencia inolvidable.
Alquiler de un catamarán Lagoon en Mallorca
Lagoon es una de las marcas de catamaranes más prestigiosas, y es posible encontrar unidades disponibles para alquilar en todas las Baleares. En Mallorca navegan y disfrutan de las excepcionales costas de esta isla mediterránea.
Alquiler de un catamarán en Menorca
Quienes conocen bien las Baleares coinciden en que Menorca es una isla especial para navegar por sus aguas. La ausencia de masificación contribuye a que el alquiler de un catamarán en Menorca sea una de las mejores formas de pasar unas vacaciones en esta isla tan peculiar.
Una vez hayamos practicado con los motores del catamarán en un lugar seguro y protegido, veremos que es muy intuitivo el movimiento que conseguimos imprimirle. Hay que jugar con la marcha avante y atrás de cada motor, y con la cantidad de gas que damos a cada uno de ellos.
En Menorca hay cuatro puertos deportivos destacados, en Mahon, Ciutadella, Addaia y Fornells.
Practicar las maniobras con un catamarán
Si hemos alquilado un catamarán con patrón en Menorca podemos pedirle que nos enseñe a practicar las maniobras. De ese modo, si en el futuro decidimos alquilar un catamarán sin patrón y gobernarlo nosotros mismos, no nos sentiremos tan intimidados el día que lo recojamos en la agencia de chárter, en el muelle donde esté amarrado el yate.
Hay un truco para practicar cuando todavía estamos en nuestra casa, y aún no nos hemos embarcado. Se trata de sentarse en un sillón cómodo y coger dos destornilladores grandes, uno en cada mano. Ahora hay que mover los destornilladores hacia delante y hacia atrás, intentando imaginarnos cuál será el resultado, y hacia donde se movería el sillón.
Es increíble lo útil que resulta esta simulación tan primitiva. El cerebro asimila enseguida el aprendizaje y, en cuanto estemos a los mandos reales del catamarán, nos resultará asombrosamente fácil moverlo en un sentido u otro.
Bueno, supongamos que ya estamos a los mandos de nuestro catamarán de alquiler. Hemos salido del puerto, y ya estamos fuera de la vista de la empresa de alquiler de yates. Antes de desplegar las velas podemos practicar las siguientes maniobras:
- Girar el barco en el sentido de las agujas del reloj.
- Girar el barco en el sentido contrario de las agujas del reloj.
- Desplazar el barco de lado, como si quisieramos aproximarnos a un muelle ficticio.
- Accionar sólamente el acelerador del motor de la izquierda hacia delante y observar lo que hace el barco.
- Accionar sólamente el acelerador del motor de la derecha hacia delante y observar lo que hace el barco.
- Accionar sólamente el acelerador del motor de la izquierda hacia atrás y observar lo que hace el barco.
- Accionar sólamente el acelerador del motor de la derecha hacia atrás y observar lo que hace el barco.
- Girar fuertemente el timón a babor (izquierda) y accionar ambos aceleradores hacia delante. Ver qué ocurre.
- Girar fuertemente el timón a estribor (derecha) y accionar ambos aceleradores hacia delante. Ver qué ocurre.
- Girar fuertemente el timón a babor (izquierda) y accionar ambos aceleradores hacia atrás. Ver qué ocurre.
- Girar fuertemente el timón a estribor (derecha) y accionar ambos aceleradores hacia atrás. Ver qué ocurre.
Estas maniobras nos enseñarán a sentir el barco y cuáles son sus reacciones. Es mejor practicarlas sin estrés que tener que hacerlo cuando nos encontramos en una situación comprometida.
- Ahora vamos a intentar hacer retroceder el barco con el viento que viene desde delante, de la proa. El viento empujará la parte delantera del barco. Tendremos que ajustar la potencia del acelerador para compensar el empuje y enderezar el barco. Se trata de «sentir el barco», y no es tan complicado.
- Otro ejercicio que conviene practicar es detener el barco cuando está en movimiento. ¿Cuánto tiempo tarda el barco en detenerse si se está moviendo hacia delante? ¿Y cuánto tarda se se mueve hacia atrás? El catamarán tiene una inercia que habrá que compensar con la ayuda de los motores. Los motores están configurados para ser eficientes en empuje hacia delantes, pero no lo son tanto en marcha atrás.
- Un barco de estas proporciones y peso tarda bastante en detenerse. Por eso es mejor que hagamos nuestras pruebas mientras nos mantenemos alejados de cualquier obstáculo.
Fondear con un catamarán
Fondear con un catamarán de alquiler en una isla de Baleares es una gozada. La estabilidad que le confieren sus dos cascos y la enorme superficie del barco encima del agua hace que se convierta realmente en un apartamento flotante. Como es un barco que tiene muy poco calado podremos acercarnos mucho a la orilla de, por ejemplo, una playa.
Relajarse escuchando el murmullo del agua debajo de la red de proa mientras nos acaricia la brisa marina y los rayos del sol. Escuchar nuestra música favorita saboreando una bebida bien fría, o hacer snorkel en una de las calas de aguas límpias, transparentes, con fondos azul turquesa o color esmeralda. Eso es parte de un fondeo en Ibiza o Mallorca. Es un buen plan, ¿no?
El proceso de fondear con un catamarán es bastante diferente del de un monocasco, pero los principios de fondeo siguen siendo
exactamente los mismos. El pozo de anclas suele estar situado justo delante del mástil, en el centro, entre los dos cascos. Hay un molinete para ayudar en la maniobra de fondeo. Fondear no es difícil, pero conviene que lo haga otra persona experimentada primero, que debe dirigir toda la operación.
Antes de iniciar las maniobras de fondeo la persona con experiencia debe explicar claramente al resto que participarán en la maniobra qué es lo que van a hacer, y en qué orden se hará cada cosa. Cada uno de los tripulantes que intervengan ha de saber perféctamente cuál va a ser su cometido. Conviene protegerse las manos con guantes y nunca ir descalzo.
Alquiler de un catamarán en Formentera
La maravillosa isla de Formentera, situada a escasas millas de Ibiza, es un enclave paradisíaco donde la experiencia de alquilar un catamarán resulta de lo más placentera. Sus dos puertos Marina de Formentera y Formentera Mar disponen de pocos amarres. En temporada alta la demanda es muy alta, y los precios de los amarres son exagerados, al igual que sucede en la vecina isla de Ibiza.
Navegar en un catamarán utiliza exactamente los mismos principios que navegar en un monocasco, pero hay algunas diferencias menores.
Algunas de ellas mejores, otras no tan buenas y otras no son ni mejores ni peores, sino diferentes. Lo bueno del catamarán es que te puedes ahorrar fácilmente el coste del amarre, porque es como estar en un apartamento flotante. Por eso es un tipo de yate tan demandado.
Gran parte de las diferencias provienen del tamaño de la vela y, en consecuencia, de las fuerzas que se ejercen sobre los cabos. Esto hace que se requiera más precaución todavía de la que tiene en las maniobras en un monocasco. Los accidentes a bordo son frecuentes, conviene no olvidarlo nunca. Un barco es un lugar ideal para sufrir contusiones en diferentes partes de nuestro cuerpo.
La vela mayor de un catamarán
Es posible que ya conozcamos la manera de manejar las velas de un velero, pero lo más probable es que con un catamarán, ahora naveguemos en un barco mucho más grande de lo que lo que normalmente estamos acostumbrados. Las fuerzas son potencialmente el doble o el triple de lo que habitual en un monocasco, por lo que hay que tomar precauciones adicionales, como enseñar al resto de tripulantes a enrollar siempre los cabos alrededor de los winches antes de soltarlos de las cornamusas.
Los veleros monocasco modernos están equipados con un foque o génova enrollables y a veces una vela mayor enrollable. Estas velas facilitan el despliegue y la estiba de la vela. Así es más fácil que izar y arriar las velas, y hay que hacer mucha menos fuerza.
En la mayoría de los catamaranes, el mástil está inclinado hacia atrás para obtener un mejor rendimiento en la ceñida. Esto dificulta
instalar y operar los sistemas de enrollado del mástil o de la botavara a causa de los ángulos que se forman. No obstante, actualmente es raro encontrar un catamarán desprovisto de enrolladores, y todos los de alquiler van equipados con ellos.
Encaso de que el barco no lleve enrollador tendremos que izar la vela mayor de la manera convencional: con manivela. Eso es bastante trabajo por un par de razones. La vela mayor suele ser mucho más grande en un catamarán porque proporciona la fuerza motriz principal
del barco, en comparación con un monocasco que utiliza un gran genova como fuerza motriz.
Además, al no estar enrollada en el mástil, la vela puede tener sables horizontales, para que la vela porte mejor, y esto hace que izar la vela precise de una potencia muscular considerable. No es una tarea en absoluto agradable por el esfuerzo que supone, y a nadie le gusta encargarse de ello.
La vela mayor, al ser tan grande y tener que soportar tanta fuerza del viento incidiendo sobre ella, ha de tener la tela de un tejido más grueso que la vela de los monocascos. Eso hace que sea mucho más pesada. Así que si hay que izarla hará falta dos personas o una con una fuerza descomunal.
Hay otro motivo por el que las velas de un catamarán tienen tanta fuerza es porque los catamaranes no escoran. Ni siquiera un poco. En un monocasco el viento de las velas acaba deslizándose fuera debido al escoramiento. Una vela de catamarán soportará toda la fuerza de las ráfagas y los vientos fuertes.
La vela génova de un catamarán
Los catamaranes están equipados con un sistema de enrollador, que no es diferente del enrollador que llevan los veleros monocasco. El enrollador de génova nos permite desplegar la vela soltando el cabo de enrollado de su punto de sujección, y tirando de la vela con la
la escota adecuada.
Cuando la navegación ha terminado, antes de regresar al puerto, o fondear, hay que volver a enrollar la vela retirando
la escota de génova del winche, y manteniendo una ligera tensión mientras se tira del cabo de enrollado de la génova.
La vela debe enrollarse firmemente alrededor del mecanismo del estay de proa. Hemos de continuar enrollando hasta que la escota queda enrollada dos veces alrededor del estay, para que la vela no pueda desplegarse accidentalmente si el viento sube de intensidad mientras el barco está amarrado.
Al manejar las escotas hay que tener cuidado cuando se aflojan, ya que se pueden convertir en látigos que azotan peligrosamente y puede herir a alguna persona que esté cerca. y peligrosa. Por eso debemos asegurarnos de que no hay tripulación en la cubierta de proa y mantener suficiente tensión en la escota para reducir los latigazos.
Los génovas de los catamaranes de crucero son extremadamente fáciles de usar y están montados en un enrollador para facilitar el despliegue. Es un mecanismo sencillísimo de utilizar.