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Alquilar un barco en Menorca
Es la isla más oriental de las Baleares y la segunda en extensión, con 700 kilómetros cuadrados de superficie. La zona más ancha de la isla de Menorca mide únicamente 17 kilómetros. Su clima es mediterráneo, con temperaturas medias anuales que rondan los 22ºC y mÃnimas de 14ºC. Veranos cálidos e inviernos benignos.
Menorca presenta dos tipos de paisaje muy diferenciados, desde el punto de vista geológico. La zona del norte es montañosa, destacando el cabo Favaritx, y sus playas son de arena de color rojizo. El sur posee una orografÃa mucho más suave, con bellÃsimas cales de arena dorada. El interior de la isla es muy llano.
Numerosos barrancos cruzan la isla en dirección a la lÃnea de la costa, desde el norte hasta el sur, desembocando en hermosas calas donde fondear . Es una auténtica delicia, disfrutar de la claridad de sus aguas y el espectacular colorido de sus fondos. El alquiler de barcos en Menorca no para de crecer.
También denominada «isla de la calma», Menorca es un oasis de tranquilidad en las Baleares. Nada que ver con sus bulliciosas hermanas Mallorca y las Islas Pitiusas, Ibiza y Formentera. Afortunadamente, la isla ha sabido mantener un ritmo de vida pausado y sosegado, alejado del ajetreo turÃstico
Las dos principales poblaciones, Mahón en el este y Ciudadela en el oeste, se sitúan en ambos extemos de la isla. Están separadas 42 millas si navegamos entre ambas poblaciones por la impresionante costa norte, donde apreciaremos un paisaje natural de gran belleza.
Navegando desde Mahón nos podemos dirigir a cala Addaya, que es uno de los puntos más protegidos de la isla, con empinadas laderas cubiertas de pinos que se desploman sobre el mar. Entrar en la cala exige toda nuestra atención, por los bajos fondos.
Uno de los enclaves más recomendables es Fornells. En Menorca comerse una caldereta de langosta es algo que no podemos dejar de hacer, y este pequeño pueblo es uno de los lugares recomendables para hacerlo.
La mejor manera de conocer Menorca es navegando en un velero o barco de motor bordeando la costa. También es un destino muy deseado por los yates de lujo de alquiler. Dado que la isla carece prácticamente de escollos, la navegación se puede llevar a cabo muy cerca de la costa. Las corrientes tampoco son muy intensas y generalmente siguen la misma dirección de los vientos dominantes.
La costa norte es más problemática, ya que si nos entra mal tiempo del norte, las calas pueden convertirse en una trampa. La Tramontana y el Mistral generan un oleaje muy duro y hemos de estar muy atentos para no dejarnos sorprender en esta zona. Cala Morell es un buen refugio, ya que prácticamente está cerrada al mar.
Fondear en Menorca
Una de las opciones más atractivas para fondear en Menorca es utilizar una boya ecológica, de las que podemos encontrar en uno de los dos campos de boyas especialmente habilitados para preservar las praderas de posidonia de los fondos marinos. Estos campos de boyas se sitúan en Cala Fornells, en el norte de la isla, y en l’Illa den Colom, en la zona oriental.
En Menorca se encuentra un 10% del total de extensión de praderas de posidónia de las Islas Baleares. La posidonia es refugio de gran cantidad de especies marinas, constituyendo refugio para los alevines de muchas variedades de peces. La importancia de esta planta es vital para la preservación de nuestras costas, la calidad de las aguas y la protección del ecosistema marino.
No obstante hay que tener en consideración que no sólo el fondeo descontrolado de las embarcaciones de recreo tiene incidencia en la vida de estas algas. El alquiler de barcos no es el responsable de estos daños a la posidonia. Recientes estudios han demostrado que uno de los principales causantes de la muerte de la posidonia son los vertidos que se producen al mar desde las zonas habitadas.
Visitar Menorca
Menorca es una de las islas Baleares en el Mar Mediterráneo. Los dos idiomas oficiales son el catalán y español; sin embargo junto con Ibiza y Mallorca, ellos también tienen su propio dialecto que se llama «Minorqui». La isla tiene una colección de monumentos de piedra megalÃticos que representan una actividad humana prehistórica muy temprana y se pueden encontrar en varias aldeas por Menorca. Esta es la razón por la qué muchas veces los arqueólogos se refieren a la isla como «un museo al aire libre».
Menorca fue codiciada por poderes distintos durante muchos siglos debido a su posición en el Mar mediterráneo y tiene varias torres de defensa por las costas de toda la isla. Hay una que está abierta al público en Fornells y te da la sensación de lo que era realmente ser un militar en el siglo XIX.
Hay dos ciudades principales en Menorca; son Ciutadella y Mahón. Originalmente Ciutadella fue la capital de Menorca hasta que los ingleses la cambiaron y pasó a ser Mahon en el siglo XVIII. Ciutadella se parece a una aldea de cuentos y tiene un puerto natural que es uno de los más pequeños en todo el Mediterráneo.
Sin embargo, a pesar de su pequeño tamaño, tiene mucho que ofrecer con sus numerosos bares y cafés y su ambiente apacible. Puedes ver las mejores vistas del puerto desde la plaza llamada ‘Plaza de Nacido’. Una vez allà merece la pena ver la parte vieja del pueblo andando. El ayuntamiento de Ciutadella una vez fue el palacio del gobernador árabe y posteriormente fue utilizado como palacio real bajo la Corona de Aragón.
La ciudad también tiene muchas playas diferentes, siendo todas ellas muy hermosas. En la parte del norte de Ciutadella, encontramos un lugar que se llama Cala Morell. Es una pequeña bahÃa natural en la que se encuentra una playa encantadora con aguas cristalinas. En uno de los extremos de las rocas hay una cueva submarina de agua dulce a la que se puede acceder buceando.
Menorca es famosa por sus tradicionales fiestas veraniegas que atraen a miles de turistas cada año. Las fiestas se celebran durante todo el verano en pueblos distintos por toda la isla. Posiblemente la fiesta mas común sea la llamada «Festes de Sant Joan» y tiene lugar en la ciudad de Ciutadella, con una duración de un mÃnimo de 3 dÃas. La fiesta incluye fogatas, concursos hÃpicos y fuegos artificiales y transcurre por todas las calles de la ciudad.
Es imprescindible contratar un alquiler de coche en Menorca para disfrutar de todas sus maravillas, ya sea para contemplar todas esas vistas, como para pasar la tarde bañándose en sus calas y en sus pequeñas playas solitarias, aprovechando el clima benigno que ofrece durante todo el año. Quizá los menos valientes no se atrevan a bañarse en invierno, pero sà disfrutar del placer de meter los pies en el agua frÃa y pasear relajándose de las tensiones del estrés diario.
Además es necesario disponer de un vehÃculo en Menorca para poder visitar todos sus municipios (Alayor, Villacarlos, Ciudadela, FerrerÃas, Mahón, Mercadal, Es Migjorn Gran y San Luis) ya que hay en ellos impresionantes monumentos megalÃticos, yacimientos arqueológicos y preciosas iglesias como la Catedral BasÃlica de Santa MarÃa de Ciudadela o el Santuario de la Virgen del Monte Toro.
Cada uno de ellos ofrece distintos atractivos para el turista, ya sean sus monumentos, su oferta cultural, su bonita artesanÃa o su deliciosa gastronomÃa. Un lujo para los sentidos, ya sea una escapadita de fin de semana, como unas vacaciones más largas, ya que Menorca es una isla que nunca dejará de sorprender con sus encantos.
Menorca fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1993. Sus 286 kilómetros de costa ofrecen al navegante gran cantidad de playas (más de 150), calas y fondeaderos donde poder disfrutar de un paisaje en estado puro a bordo de un velero de alquiler.
Las condiciones de navegación varÃan enormemente de la costa septentrional, donde abundan los bajos y rocas a bastante distancia de la costa, y es batida por la temible y frÃa Tramontana, a la meridional, que se encuentra mucho más protegida, ofreciendo parajes insólitos donde fondear.
Dicen los conocedores de las Baleares, que es la isla que ofrece mejores rincones para el fondeo y el disfrute de la navegación. Afortunadamente, no ha sufrido la invasión urbanÃstica de Ibiza y Mallorca, conservando un paisaje difÃcil de encontrar en el Mediterráneo. Si no somos propietarios de una embarcación, sólo se trata de recurrir a una de las muchas empresas de alquiler de veleros en Menorca.
Puerto de Mahón
Es un puerto natural, el segundo más grande de Europa, con una longitud superior a los seis kilómetros. Ha sido puerta de entrada de numerosas civilizaciones, desde la antigüedad. Actualmente registra una gran actividad, tanto de barcos de pasajeros como de barcos de recreo, cruceros turÃsticos y barcos de mercancÃas.
Al entrar en el puerto dejaremos a babor las ruinas del Fuerte de San Felipe, y a estribor la Fortaleza de la Mola. Este espectacular puerto nos protegerá de la peligrosa Tramontana.
A medida que nos adentremos en el puerto con nuestro barco de alquiler navegaremos cerca de las islas de Lazareto, la de la Cuarentena y la del Rey. En todas ellas existen construcciones históricas del siglo XVIII. La mayor parte tenÃan funciones sanitarias.
Está muy bien balizado (balizas luminosas) en todo su recorrido. Existen bastantes puntos de fondeo. Dotado de todo tipo de servicios, es un puerto espectacular. Para entrar en el puerto de Mahón lo haremos navegando rumbo noroeste, dirigiendo nuestro barco entre el acantilado de Punta de San Carlos y la PenÃnsula de la Mola, que avistaremos por nuestra banda de estribor.
Deberemos tener cuidado con un escollo que se sitúa en la punta sur de la isla del Llatzaret, que está en la parte de estribor al entrar entre las boyas. Detrás de esta isla, que es la de mayor tamaño de todas, está Cala Taulera, que en temporada alta está bastante saturada, debido a sus aguas cristalinas.
Puerto de Ciutadella
Es el segundo puerto de Menorca en importancia. Desprotegido de los vientos del tercer cuadrante. Se puede fondear en la boca de la Platja Gran, siempre que el viento no sople del Oeste. La boca del puerto tiene 200 metros de ancho, pero se va estrechando hasta los 90 metros. El calado es de 10 metros. Hay que tener mucho cuidado con las temibles «Rissagues», que producen variaciones bruscas del nivel del mar, provocando accidentes y daños serios en las embarcaciones que se encuentran amarradas.
Fondeaderos recomendados en Menorca
No están todos los que son, pero sà son todos los que están. Una selección de siete fondeaderos en la isla, que no defraudarán a ningún navegante.
Fornells
Es uno de los fondeaderos más seguros de la costa septentrional, siendo fácil el acceso incluso con mala mar. Una vez dentro, en la amplia bahÃa hay varias calas de pequeño tamaño, situadas en la costa Este, donde no será excepcional disfrutar de la soledad. Buenos fondeaderos , con fondos de algas y fango, y con sondas entre 4 y 6 metros.
Port d’Addaia
Junto con Fornells, es otro de los fondeaderos seguros de la costa septentrional. Está protegido de todos los vientos. Le penaliza su difÃcil entrada, con multitud de bajos e islotes. Está bien balizada, pero no se recomienda la entrada con mala mar, o de noche. Buen fondeadero una vez pasadas las instalaciones de la Marina. Fondos de arena y fango, con sondas de entre 4 y 6 metros.
Cala Morell
Situada en la costa Norte, como los anteriores fondeaderos mencionados. Protegida de los vientos del primer, segundo y tercer cuadrantes. Según se entra, hacia estribor, se sondan entre 5 y 8 metros, sobre fondos de arena. Cuidado con Sa LLosa, un bajo muy peligroso situado a unos veinte metros de la orilla.
Cala Galdana
Es uno de los fondeaderos más bonitos y protegidos de la costa Sur. Es un sitio ideal para pasar la noche, por la facilidad que ofrece para desembarcar y avituallarse. Fondos de arena. Lo malo: suele estar bastante concurrida, y la costa está urbanizada. Destaca un hotel de grandes dimensiones que estropea el paisaje.
Cala Mitjana
Hermosa cala, protegida de todos los vientos, excepto los del Sur. Situada en un entorno protegido, con ausencia casi total de edificaciones. Fondos de arena. Ocupación media.
Cales Coves
En un entorno natural y sólo expuesta a los vientos del Sur, se encuentra ésta cala, delimitada por paredes rocosas, horadadas por lo que fue una necrópolis paleocristiana. La cala se abre en dos brazos: el de babor, con sondas de entre 2 y 3 metros, y el de estribor, con sondas de entre 3 y 5 metros. Sus fondos son de arena y algas.
Cala Sant Esteve
Está en la costa Este de Menorca, a sólo 0.3 millas náuticas del puerto de Mahón. Es un estrecho entrante, de aproximadamente 100 metros de boca. En sus orillas hay pequeños embarcaderos para pequeñas embarcaciones de pesca. Sondas entre 4 y 5 metros, sobre fondos de piedra y cascajo. Ambiente tranquilo y familiar.
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