Alquilar un barco con patrón o sin patrón
Si disponemos de una de las titulaciones deportivas que expide la Dirección General de la Marina Mercante, o la Comunidad Autónoma pertinente, podremos alquilar la embarcación sin patrón.
La empresa, lógicamente, nos pedirá que demostremos que tenemos experiencia suficiente para gobernar el barco. Hay muchos patrones titulados, incluso capitanes de yate, que sólo han navegado las horas preceptivas en las prácticas obligatorias para obtener la titulación.
En España existe una enorme burocrácia que maltrata y penaliza al navegante deportivo, con multitud de normas y exigencias. No ocurre lo mismo en otros países, donde la titulación no es obligatoria y el equipamiento del barco de un particular queda a criterio de su armador.
En los casos en los que el usuario no tiene titulación, porque en su país de orígen no se la exigen, la empresa suele hacer firmar un documento donde se afirme que se posee experiencia suficiente para manejar el yate de alquiler.
Aunque algunas empresas se reservan el derecho a pedir una demostración al contratante para demostrar su competencia, la realidad es que pocas veces lo hacen y es suficiente con una breve charla para darse cuenta de la experiencia del usuario.
Si navegamos en aguas desconocidas, o acompañados de tripulación sin experiencia, puede ser más que recomendable contratar un patrón. De esa forma podremos relajarnos completamente, no teniendo que asumir toda la responsabilidad de la navegación.
Los barcos de alquiler de más de 50 pies no suelen alquilarse sin patrón, salvo casos excepcionales. Son embarcaciones más complicadas de manejar, y disponen de equipamiento complejo, que requiere la presencia a bordo de un patrón experimentado contratado por la empresa de chárter.
Cuando hablamos de estas esloras, y a partir de ellas, los barcos puede llevar a bordo, aparte de patrón, un marinero que algunas veces también ejerce funciones de cocinero, lo cual se agradece mucho, ya que no es sencillo cocinar en una embarcación, a no ser que se tenga experiencia y habilidad en las artes culinarias.
La elección del patrón adecuado es fundamental para garantizar que la experiencia de navegación será satisfactoria. Hay que hacerle saber a la empresa de chárter cuáles son nuestras prioridades. Hay grupos que quieren estar el mayor tiempo posible navegando a vela, mientras que otros prefieren el fondeo tranquilo en calas. Y el grupo puede ser más o menos fiestero y juerguista, con lo que la personalidad del patrón debería casar lo máximo posible con el plan de vacaciones de los tripulantes.