Alquilar un barco por plazas sueltas
Esta modalidad es muy popular. También se le denomina «plaza por plaza», «plaza a plaza», o «por cabina». Es la modalidad elegida, por ejemplo, por una persona que quiere navegar pero no está dispuesta a asumir el coste del alquiler del barco completo.
En este caso el barco se alquila con patrón, incluso con algún tripulante de la empresa si la eslora es grande, y se va completando con plazas sueltas, por parejas o por pequeños grupos. Suelen ser barcos de 12 metros en adelante.
Por regla general el patrón permite que los tripulantes no profesionales colaboren en las maniobras, de forma que es una buena opción para practicar sin tener que asumir excesivas responsabilidades a bordo. La opción del «dolce far niente» es la más comunmente aceptada y practicada. Los tripulantes se dedican a leer, dormir, tomar el sol, mirar el horizonte, y cualquier actividad semejante que exija el mínimo esfuerzo…
Es una buena oportunidad para conocer a otras personas. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que la convivencia en espacios tan reducidos puede desencadenar discusiones por pequeños detalles insignificantes, que en tierra pasarían desapercibidos. La tolerancia y la flexibilidad son obligatorias, para evitar que la travesía se convierta en una pesadilla.
Un ejemplo de problemas que suelen producirse es cuando conviven fumadores y no fumadores. Si somos no fumadores debemos dejar bien claro desde el principio que no vamos a tolerar humos a nuestro lado. Desgraciadamente, este hecho genera muchos problemas cuando un fumador es incapaz de evitar fumar en presencia de no fumadores.
Si no somos muy exigentes y sabemos renunciar a los niveles de intimidad que disfrutaríamos en nuestro domicilio, merece la pena probar esta opción para navegar en compañía pasando unas divertidas vacaciones en velero.
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